Todos sabemos que los errores humanos existen y una de nuestras mayores preocupaciones son los accidentes o mejor dicho cómo prevenirlos. Pero desde hace algunos años existe una técnica que permite acercarse bastante al objetivo de cero accidentes laborales.

¿Por qué se producen los accidentes?

Los estudios realizados sobre accidentalidad demuestran que el 95% de los accidentes tienen su origen en actos inseguros. La gestión de la prevención de riesgos tradicional se centra en el cumplimiento de procedimientos, el control operativo y el seguimiento de normas basadas en estándares internacionales, como la OHSAS 18001.Esto ayuda a reducir los ratios de accidentalidad, pero llega un momento donde, por sí sola, este tipo de gestión no consigue mejorar los indicadores.

Por ello, la consecución del objetivo de 0 accidentes pasa necesariamente por conocer el origen de los accidentes/incidentes, y esto implica reducir el número de actos inseguros.

Ahora bien, ¿cómo podemos reducir los comportamientos inseguros? Existen diferentes metodologías enfocadas a corregir los comportamientos inseguros. Todas ellas se fundamentan en definir qué comportamientos son objetivo de analizar y observarlos de forma natural mientras ocurren, con el fin de actuar sobre las causas y consecuencias de dicho comportamiento. Estas intervenciones se denominan, normalmente, Observaciones Preventivas de Seguridad. La OPS es una herramienta que se utiliza en los sistemas de gestión de PRL para detectar comportamientos o condiciones inseguras. El objetivo que se persigue es anticiparse al accidente trabajando los comportamientos de las personas.

Cómo implementar un Programa de OPS en la empresa. Para realizar la implantación de OPS de forma eficaz y conseguir nuestro objetivo de cero accidentes se deben llevar a cabo en 3 fases.

FASE 1: OBSERVACIÓN: En esta fase se trata de acudir al centro de trabajo y observar el comportamiento de los trabajadores para detectar posibles comportamientos inseguros.

FASE 2: PROGRAMACIÓN: Con los resultados obtenidos se utilizan como herramienta de mejora del sistema.

FASE 3: IMPLEMENTACIÓN: La forma más sencilla de valorar que se estén llevando a cabo las acciones preventivas acordadas es a través de la implementación de check-list que el trabajador debe rellenar para asegurarse que se han cumplido con todas las precauciones.

Estas tres fases del proceso deben estar en continuo movimiento para poder realizar las modificaciones oportunas en base a los resultados obtenidos y los objetivos planteados.