“En torno a un 30 o 35% de los ictus se dan en personas menores de 65 años y, por lo tanto, en edad laboral”, cuenta María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Además, “conforme avanza la edad laboral, aumenta la incidencia de infartos. El porcentaje es progresivo: a más edad, más riesgo de esta enfermedad cardiovascular”, cita José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC).

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